Menú

miércoles, 27 de febrero de 2013

Vuelves a mí

Y vuelves a mí, sin pedírtelo ni desearlo. Vuelves a mí, después de tanto tiempo, rescatando sentimientos que consideraba olvidados.

Te seguía queriendo, pero ya como a una amiga, como a una antigua compañera con la que compartí brevemente mi vida. Y ahora vuelves a mí.

No esperaba nada, ¿sabes? Solamente felicitarte y desearte que fueras feliz. ¿Vuelves por cortesía, o porque piensas que pudiera haber algo?

Ahora estoy confuso. Sé que soy el hombre perfecto para ti, me he convertido en eso, me doy cuenta de ello. Aquel muchacho inseguro murió hace tiempo. Pero no sé qué eres tú para mí, ni lo que yo significo para ti. Me gustaría decirte de quedar, ver cómo somos ahora, pero ya te lo dije hace un tiempo, y no me contestaste. No quiero presionarte, ni agobiarte. Quiero que el tiempo transcurra, y sea él quien se encargue de juntarnos de nuevo, o hacernos seguir como hasta ahora.

Me gustaría ver cómo eres actualmente. Muchas veces me he atormentado por perderme tu crecimiento, tu evolución. Por no estar ahí para ti, por haberte perdido. Solía ser lo que más daño me hacía. No ser más parte de tu vida. Pero supe dejarte ir de mi corazón, y quise que volases sin mí y fueras feliz. Y de pronto pum, resucitas algunos de esos sentimientos que me apegaban a ti.

No me quiero ilusionar, no te quiero dar la chapa. No sé cuáles son tus pensamientos, pero los míos son que quiero quedar contigo, como antaño, y en esos momentos que compartamos sabremos qué es lo mejor para nosotros.

Sin embargo lo escribo en un blog, sabiendo que no lo leerás, porque si te lo dijese igual te asustarías.

Tiempo al tiempo, poco a poco. Si quisiera que fueras feliz, lucharía por ti, porque sé que conmigo lo serías. Pero lo sé juzgando a aquella chica que eras, en vez de a la mujer en la que te has convertido. Quién sabe cómo sería todo ahora. Yo estoy dispuesto a arriesgar, pero arriesgaré aquello que pueda perder. No quiero lanzarme de cabeza para al final acabar con mi alma sangrando.



¿Recuerdas esa canción? Le tenías un poco de manía a El Último de la Fila. Yo lo sigo escuchando, aunque ya no lloro por sus canciones. Antes lloraba por cualquier tontería, era muy sensible. Ahora soy más fuerte, aunque me siento vulnerable en estos momentos.

Siempre que la escucho me acuerdo de ti.


¿Por qué esas flores raras crecen en las aceras para ti? Volveré a cogerlas, ¿sabes? No me acostumbro a estar sin ti...

martes, 26 de febrero de 2013

La mulţi ani, frumoasa




En ocasiones nos echo de menos, =)

Tengo bonitos recuerdos de ti, de lo que vivimos, y el sufrimiento que tuve me hizo mejorar como persona.

Hace poco te envié un mensaje deseándote lo mejor del mundo. De verdad que te lo deseo. A veces me quema por dentro no tenerte, pero sé que fue lo mejor para ambos. Oye, quién sabe si en un futuro nos reencontraremos y nos corresponderemos como nos tuvimos que corresponder hará año y tanto.

Sea como sea, siempre te llevaré en un recodo de mi corazón, y te recordaré con felicidad, y no con tristeza o nostalgia.

Espero que las experiencias que viviste conmigo te hicieran mejorar como persona, como lo hicieron conmigo las tuyas, aunque tuviera que pasar el tiempo para aprenderlas. No es lo mismo saber la lección, que interiorizarla. Sabía cómo amar, pero no supe amar bien.

Sé feliz, de verdad. No creo que llegues a leer este blog, pero yo te lo deseo desde mi alma, y los deseos no hacen falta pronunciarlos con palabras.

sábado, 23 de febrero de 2013

Dorantes - Orobroy, traducción

Hace poco colgué una entrada con esta hermosa canción que tanto me recuerda a una mujer, morena ella, y, fijándome en la letra, he visto muchas cosas mal traducidas.

He aquí la canción:




He aquí la letra:

Bus junelo a purí golí e men arate sos guillabela duquelando palal gres e berrochí, prejenelo a Undebé sos bue men orchí callí ta andiar diñelo andoba suetí rujis pre alangarí.


Y he aquí su mala traducción:

"Cuando escucho la vieja voz de mi sangre, que canta y llora recordando pasados siglos de horror, siento a Dios que perfuma mi alma, y en el mundo voy sembrando rosas en vez de dolor"

(mi traducción la doy al final)

Es cierto que gran parte de la canción es así en español, pero contiene algunos errores. Por ejemplo, en la primera frase no menciona en ningún momento la conjunción "y", sin embargo se traduce como "que canta y llora". En caló la conjunción es "ta", como bien se aprecia en la segunda frase "ta andiar...".

"Sos" es nuestro "que". Desconozco el significado de "duquelando", pero sería algo así como "Cuando escucho la vieja voz de mi sangre que canta recordando pasados siglos de horror...". Llorar no es mencionado, a no ser que "guillabela" (creo que en verdad se escribe gillabela) se refiera a cantar en un llanto, aunque lo dudo.


Además, hay algo esencial de la segunda frase que no se ha traducido. Un error que me parece bastante grave. "Callí" no es traducido al español. He buscado mil traducciones por Google, y en ninguna he visto que tradujesen "callí", la cual significa "gitana/morena". "Calló" sería el masculino, "callí" el femenino. Por ello, tenemos:

"Siento a Dios que perfuma mi alma gitana"


"Andiar" es adverbio, a la vez que preposición. "Así, según", significan dependiendo de su función.

"y así..."

"Diñar" lo entiendo como un "dar", y "andoba" es un pronombre, que quiere decir "tal/este/esta".
Y el "suetí" significa "gente", aunque está traducido como mundo, podría valerse como sinónimo.

"y así doy este gente rosas por dolor"

Falla algo, ¿verdad? La preposición "a", y es que la canción podría cantarse "a andoba" y que hiciera sinalefa, aunque no suene como tal en la canción, y estuviera también mal escrita la letra en caló que tanto pulula por internet, por lo que sería "doy a esta gente". Otra traducción que tiene "suetí" también es la de generación, y me gusta más porque en la canción hay como tres generaciones de mujeres cantándola, y las tres jóvenes.


Porque no veo que esté "sembrando" por ninguna parte, no hallo el verbo, ni ninguno que parezca gerundio, cuya construcción es idéntica al español (con el -ando).

Puede que mi traducción esté mal, pero analizándolo fríamente está mejor. O Dorantes se ha equivocado, o me equivoco yo, o se equivocó el que lo tradujo y lo expandió, o en cada zona el caló es hablado de distinta manera y no hay una regla que regule la lengua en sí.

Así, he aquí mi traducción:

"Cuando oigo la vieja voz de mi sangre que canta recordando pasados siglos de horror, siento a Dios que perfuma mi alma gitana, y así doy a esta generación rosas por dolor"


Igual me equivoco, si es así pido mis más sinceras disculpas, pues mi único propósito con esto es corregir algo que yo considero que está mal. Las lenguas me gustan, y traducirlas también. Sea como sea, estoy casi seguro del fallo de no traducir "callí", y eso es lo que más rabia me dio.

Un saludo a todos =)

jueves, 21 de febrero de 2013

¿Por qué las mujeres mienten?

Llevo un tiempo queriendo escribir esta entrada. ¿Por qué las mujeres mienten?

A lo largo de mi vida me he ido encontrando a muchas mujeres en ella. De pequeño no tenía mucho éxito con ellas, que digamos, y no empecé a relacionarme con ese género tan temido por mí hasta los quince años. A partir de entonces, poco a poco, fui conociendo a mujeres de todo tipo, de todas etnias y culturas, de otros países, de otras comunidades autónomas, y por todo tipo de comunicación, ya fuera en persona de forma íntima, en un círculo de amigos, de fiesta, por internet, por páginas para ligar, por mensajes, por chat, por videojuegos, por donde fuera. Y he de confesar que soy un tío tímido, pero con el cual se pilla confianza rápidamente. Y también he de reconocer que soy un tío tía, es decir, tengo comportamientos muy similares a los de las mujeres, y mis sentimientos se asemejan mucho a los suyos, aunque adaptado dentro de mi propio género y condición sexual (hombre heterosexual, para las dudas). Por ello, no es de extrañar que siempre que me haya desahogado una mujer haya sido quien mejor me ha sabido escuchar y quien mejores consejos me ha dado, a excepción de un amigo mío el cual siempre me da tales consejos que los tomo como si fuera un sabio.

En estos cinco años que han transcurrido he tenido experiencias amorosas, aunque una novia realmente. Me he enamorado de lo imposible, me he obsesionado con un amor platónico, he sido correspondido pero mi inseguridad adolescente me consumió (aunque ahora la haya superado), me he enamorado a distancia, se han enamorado de mí, no he correspondido, no me han correspondido, he tenido un par de aventuras de una noche de las cuales me arrepiento parcialmente, y he tenido amores complicados.

Aparte de eso, también he mantenido buenas amistades. He tenido un par de mejores amigas en mi vida, con las cuales hablaba de todo, y les aconsejaba de todo, y por las cuales nunca sentí nada más que amistad. Ahora tengo también mejores amigas, con una de ellas mantuve un romance extraño a distancia, nos ilusionamos el uno por el otro, y todo acabó mal, pero retomamos la amistad, y ahora estamos súper bien, hablando alguna vez por Skype y contándonos nuestras inquietudes y chorradas.


Y, en este tiempo de experiencia, en estos años, todas... pero TODAS, resalto TODAS, buscaban un tipo de hombre en concreto. Un chico romántico, cariñoso, responsable, volcado, sincero, comprometido, que supiera sorprender, que estuviera siempre ahí, que se esforzase por ellas y su felicidad, que fuera culto, que las tratase con respeto, que se preocupase por ellas, y demás cualidades.

¡Pero al final acaban yéndose con su antítesis, con su opuesto, con lo contrario!

¿Por qué hacen eso? ¿Por qué hacéis eso?

Hay que saber discernir. Hay dos tipos de amores: el obsesivo, y el puro. El obsesivo es el que te hace sufrir. Los seres humanos nos volvemos adictos a los sentimientos a los que estamos acostumbrados, y el sufrimiento es uno de ellos. Una persona que te hace feliz temporalmente no te hace realmente feliz. Una persona por la que sufres no la amas, es que te hace sentir ese sentimiento al cual estás acostumbrado y que eres adicto de él y que deseas más y más y más. Dolor, dolor, y dolor.

El amor puro es el que te libera, el que te hace pensar en la otra persona sintiéndote liberado, aliviado, feliz, sin que se te revuelva las tripas y te pongas nervioso y se te estremezca el alma. El amor puro también hace eso, sí, pero son mariposas en la tripa, nervios por querer ver a esa persona, y un estremecimiento de amor, no de dolor o de agobio o de sufrimiento.

Y a las mujeres quien las hace sufrir, las conquista. Así de simple.

Yo me he mostrado numerosas veces como el tipo de hombre que soy, el tipo de hombre que describí antes. Vale, tengo mis errores, ¡sigo siendo un mortal! Y he ahí mi error. Me utilizan y me manipulan a su gusto, tengo que ser yo quien las conquiste y quien esté ahí. Esa táctica no funciona, y me jode, porque es mi personalidad, pero siempre que he utilizado mi cara más pícara, más chulesca, es cuando más he "triunfado".

Eso de estar siempre ahí para ellas no funciona en absoluto, aunque ellas digan que es lo que buscan. Quieren un hombre que las haga sufrir al principio, que peleen por él, y que, luego, las trate con cariño. Pero para empezar, siempre se fijan en eso.

Vale, transcurrido un tiempo acaban dejando a ese hombre y yéndose con otro que las trate mejor. Pero eso sucede cuando la "pasión" se va, cuando maduran más y se percatan del sufrimiento que les han causado ellos a ellas. Y entonces deciden poner fin. Pero al principio lo que las engancha es eso, es que las traten medianamente mal.

Y quizá algún día esto lo lea alguna mujer y diga que no es así. El 80% de las mujeres que he conocido han dicho lo mismo. Las palabras se las lleva el viento, lo que lo demuestran son los hechos. Y si no eres así, ¡bravo por ti! Sabes reconocer que el amor puro es el correspondido por corazón y mente sin que uno se vea influenciado por el otro. Y eso es la esencia del alma.

Pero si reconoces que tengo razón, ¿qué haces con esa persona? Está bien que te haga feliz momentáneamente, y está bien que tengas miedo a no encontrar al hombre ideal. Pero el problema es que el hombre ideal sí que existe, el príncipe azul sí que existe, el alma gemela, la media naranja, llámalo como quieras. Y si no lo encuentras, es que es mejor que estés sola que con cualquier despojo de la humanidad.

Ninguna pareja se complementa al 100%, pero hay que ver que la felicidad sobrepasa con creces al sufrimiento, porque si no, no merece la pena.

Y dejad de mentir, por el amor de Dios. No digáis que buscáis una cosa cuando estáis con otra completamente diferente.

Os gusta decir una cosa contraria a la que de verdad es. No pasa nada, me suele ocurrir lo mismo (por ejemplo, decir que estás bien cuando estás como el culo). Pero, ¡oye!, yo al menos sé qué es lo que quiero y lo que no quiero.

Y, a partir de hoy, cero tías. La próxima me tendrá que conquistar ella a mí, que yo ya estoy cansado de tanto esfuerzo mental, físico y espiritual.

Haré una investigación por Santander la próxima vez que salga de fiesta, para corroborar lo que digo. Será este finde o el siguiente, o el que viene. De aquí a un mes. O en dos, quién sabe, no tengo ganas de salir últimamente. Estoy huraño. ¡Un ser amargo y solitario!


Ñañañaña.

PD: Consejo para el que lo lea: no os enamoréis por Internet, todo es mejor hacerlo en persona. Creedme, por Internet cinco frases y hola y adiós, nada de cosas románticas o de contar vuestras vidas. Desplegad los encantos en persona, porque si lo hacéis por Internet, en persona os quedaréis sin repertorio. Es un buen consejo a tomar en cuenta.

Hasta pronto, si es que me lee alguien :P


PD2: Leyendo mi entrada se me ha venido a la mente otra cosa, y es que las mujeres se mienten también a sí mismas. Se convencen a sí mismas de algo a base de mentiras y de falsas ilusiones, y no escuchan cualquier consejo o ayuda que se les quiera ofrecer. ¡Dejad de mentiros a vosotras mismas, por el amor de Dios!
Y dejad de convenceros de que podéis ser felices con quien os hace sufrir. De esa forma, solamente vais a acabar mal, ilusionadas, y luego con las esperanzas rotas. Cuanto más alto subes en tus sueños, más dura es la caída. Recordad el cuento de la lechera, y aplicadlo al amor...

martes, 19 de febrero de 2013

Vacío

Así me siento. Apagado, sin interés ninguno por nada. Cuando alguien me habla, apenas le doy conversación. Estoy como en un día somnoliento, con la mirada perdida y sin que me importe nada. No es por cansancio, o igual sí. Igual me he cansado ya de todo. Solamente me importa una cosa, y es escribir, y escribir, y escribir. Y, sin embargo, lo hago por la noche. El resto del día estoy viendo alguna serie o jugando a algún videojuego.

No me apetece hablar con nadie, ni mantener contacto con nadie, ni crear un vínculo con ningún desconocido. Estoy huraño. Es raro.

Estoy en un punto muerto de mi vida. No pienso en nadie, no quiero tener una relación con nadie, no me esfuerzo por conocer a nadie...
Me supone todo demasiado cansancio.

¿De verdad merece la pena dejarse el cuerpo y el alma en hacer a otra persona feliz? Quizá sí, si apreciase ese sacrificio. Pero conmigo casi nunca lo han hecho. Y ya estoy cansado de darle prioridad a mis necesidades primitivas. En verdad el único destino del hombre es reproducirse y contribuir a la especie humana, pero yo soy un rebelde, e incluso en eso tengo que llevar la contraria.

Ni ganas tengo ya de tener pareja, ¿para qué? Voy a dedicarme a mí mismo, a escribir, y a hacer lo que quiero, sin dejarme llevar por mis sentimientos. Llevo ya demasiados años siendo esclavo de mi corazón. Es hora de ser libre...

Subiré algún artículo a este blog, el cual llevo un tiempo queriendo escribirlo, a ver si por alguna casualidad lo lee alguien algún día. Y... ya, bah, no pienso con claridad, ni sé expresarme del todo bien. No me apetece hablar de mis sentimientos, o hacerme la víctima. Sólo me apetece... contemplar el mar mientras me bebo un refresco tumbado al sol. Yeah, buenos tiempos, buenos tiempos...

viernes, 15 de febrero de 2013

Tue alendo andré ocona chibé

Garapatis, pre saró,
men chai chinorrí callí.
Tucue manguelo pecó.
Tute jelo, sin lachí.


Gracias por todo,
mi pequeña niña morena.
Te pido perdón.
Te amo, sé feliz.




Sangre en las rosas,
espina en alma.
Undebé llora,
adebel, Alba.


jueves, 14 de febrero de 2013

La frase "Te Amo"

Día extraño. Recuerdo que, hace tiempo, dos años ya casi, hizo un día similar al que ha hecho hoy. Así, nublado, gris, nostálgico, sin llegar a llover, pero sin hacer sol del todo. Fue el día en que más me comporté con un verdadero romántico.

Estaba triste, lánguido, y harto de mi vida. Quería cambiar muchas cosas, pero no sabía por dónde empezar, así que decidí ir a recoger una orla que me había hecho de mi clase y quemarla. Sí, así, no sé por qué. Creo que vi reflejado en mi foto un niño que no me gustaba, y quería dejarlo atrás. Por lo que iba a ir al centro de Santander a recogerla del fotógrafo, y le pedí a una bella mujer que me acompañase. Me dijo que no sabía si saldría, que había quedado con una amiga. Pero, al final, esa amiga no quedó con ella, así que se vino conmigo.

Y cuando la vi... Oh, cuando la vi. Todos mis sentimientos se apaciguaron. Tristeza, rabia, frustración, desesperanza... Todo se apagó en el instante en que la vi y estuvo a mi lado. Sacó la mejor parte de mí, mi mejor sonrisa, mi parte más encantadora, mi mejor ingenio, y pasamos una tarde inolvidable. Tiempo después esa mujer acabaría convirtiéndose en mi novia. La única que he tenido en esta vida, a pesar de que haya intercambiado palabras de amor con alguna otra. Y fui feliz con ella, no lo voy a negar, pero lamento que tuviese que soportar la peor parte de mí, la parte insegura y sin confianza que quedó atrás hace un tiempo, no muy lejano, que ya no me atormenta, pero que me consumió una temporada, y aquella relación.

Sin embargo ya es tarde para nosotros. Sea como sea, yo no estaba hecho para ella, ni ella para mí, y, hace unos días, le envié un mensaje de despedida como debería haberlo hecho tiempo ha. Espero que sea feliz, sea donde sea, sea con quien sea. Siempre la recordaré con amor, ternura, y con una sonrisa. La dejé ir hace un tiempo de mi corazón, pero no por ello dejé de tenerle cariño o respeto, a pesar de que hubo un tiempo en que quise odiarla, pero no pude.

Y, en fin, creo que ha sido la única mujer que me ha amado realmente, aunque no fuese tanto como yo a ella. Para las demás he sido siempre una ilusión, un capricho pasajero. Le costó mucho decirme: "te quiero", pero cuando lo dijo, sé que lo dijo desde el corazón. Y las otras que ha habido también, pero lo dijeron presas de un sentimiento efímero.

A veces me considero yo impulsivo, pero impulsivo es aquél que dice o hace las cosas sin pensarlas o sin estar seguro de ellas. Está bien ser atrevido y arriesgar, pero no ser impulsivo.

¿Cuánta gente se dice "te amo" sin sentirlo realmente?

"Te amo" no es lo mismo que "te necesito". La frase "te amo" esta infravalorada. Se usa con demasiada frecuencia, como la palabra "romántico".

Ese amor que te consume, que te obsesiona, que te hace sufrir, no es el verdadero amor. Sin embargo, somos adictos al sufrimiento, y a veces lo buscamos, y confundimos dolor obsesivo paranoico con amor.

El verdadero amor es el que no te ata, el que es sincero, en el que confías, en el que te entregas sin dejar de ser tú mismo, y en el que respiras aliviado y tranquilo al pensar en esa persona, en vez de con una presión en el pecho que te oprime y no te deja vivir en paz.

Pero ahora se usa "te amo" para todo. Para ese amor de una noche, para esa ilusión de una semana, o dos, para esa persona que te maltrata, pero que no puedes evitar "quererla" por ser adicto al sufrimiento.

Con el tiempo, esas frases dejan de tener significado. Cada vez me cuesta más decirlas, y cada vez las creo menos.

domingo, 10 de febrero de 2013

Vuela

¿Así es como acabó todo? ¿Entre insultos, amenazas, engaños, mentiras, y palabras de odio? ¿De verdad, después de lo que vivimos...?

¿Cómo hemos podido llegar hasta este punto?

Me duele en el alma que nos perdamos así. Me quema, y me consume. Nunca me había separado de una persona a la que amo de esta forma. Y, aparte, no sé, parece como si todo lo que hubiéramos vivido, o las ilusiones que nos hicimos, hayan sido para nada. Todo perdido. Todo es ceniza. Ceniza que se eleva en el mar. Ceniza que son recuerdos, recuerdos vanos y perdidos.

Lo siento si he dañado tus sentimientos, pero no sabes cuánto tú a mí los míos con las ilusiones que creaste en mí, y las mentiras que me hiciste creer. Pero, a pesar de ello, por mi parte, te perdono.

No quiero estar contigo como pareja, pero no por ello he dejado de amarte, o de rezar por ti. Quizá no te importen mis sentimientos, pero a mí los tuyos sí, y te deseo todo lo mejor del mundo de hoy en adelante. Sé feliz, o, al menos, intenta serlo. Y, aunque ahora me odies, recuérdame por todo lo que intenté enseñarte y lo que hice por ti, en vez de cuan malo hayas llegado a considerarme.

Vuela, pequeño pájaro. Vuela...

viernes, 8 de febrero de 2013

Me preocupo

Me preocupo por ti, vida mía. A pesar de decirte adiós, te amo. A pesar de no estar junto a ti, te recuerdo. A pesar de no querer ilusionarme, te extraño. A pesar de que estemos alejados y nos vayamos distanciando aún más con el paso del tiempo, sigo queriendo estar a tu lado.

¿Cómo puedo irme, con todo lo que me has hecho sentir, con todo lo que te quiero?

Algo bloquea mi interior. Bloquea mis esperanzas. Ya no tengo esperanzas de estar contigo. No tengo ilusiones en que vuelvas y paseemos dados de la mano por la calle, o en resguardarnos bajo mi chaqueta de la lluvia, o en un abrazo que nos una, aunque en los últimos abrazos forzases el corazón a quererme.

Yo no te pido amarme. No me conoces aún lo suficiente, y lo entiendo y lo respeto. Te pido una oportunidad para conocerme mejor, para que veas el hombre que soy. Y que soy un romántico innato. No puedo ser bueno contigo un día, y al siguiente no serlo. Siempre lo soy. Soy así, lo llevo en mi sangre, en mi alma, como tú llevas el flamenco, llevo yo los sentimientos y la sensibilidad.

¿"Te pido"? Más bien te pedía. Ahora estoy resignado a no estar contigo. Pero no por eso he dejado de preocuparme por ti, o de pensar en ti.

Estas mañanas, cada vez que abro los ojos tras haber estado inmerso en mis sueños, me quedo vacío, sabiendo que no tengo razón fuerte por la que levantarme, y los cierro de nuevo, hasta que mi cuerpo diga basta o los vecinos me despierten con su música estruendosa.

Antes no era así. Antes sabía que me estabas esperando, que iba a hablar contigo, y que era un día nuevo y único contigo a mi lado, aunque fuera por un chat de internet, y me levantaba ansioso de ti.

¿Pero ahora qué me queda? Nada, más tiempo para mí mismo, para meditar y para mis hobbys.

Te amo sin amarte. Te quiero, pero no siento el veneno del amor. Me impido sufrir, me impido llorar, me impido seguir atormentándome.

Qué diera yo por estar a tu lado velándote y cuidándote. Qué diera yo por recuperar lo perdido. Yo supe apreciarlo, aunque fuese tan efímero, ¿supiste hacerlo tú?

Varias chicas insisten conmigo. Tres, o así. Pero a ninguna correspondo, a todas ignoro. Incluso a ti. Me gustaría enviarte un correo preguntándote qué tal estás, o incluso llamarte, como cuando tú me llamaste el día siguiente al que quedamos en persona, sólo para decirme que volvías ya de casa de tu abuela y que te conectarías y hablaríamos. Cuánto agradecí aquel detalle, cuánto agradecí aquella llamada, cuánto agradecí oír tu voz.

Pero he de dejarte ir, pues tú me rechazas en tu vida. Puede que te arrepientas, puede que no. Puede que me eches de menos, puede que no. Puede que veas que todo era mejor conmigo, puede que no. Puede que vuelvas y estemos juntos, puede que no. Puede que te ilusiones por mí, ¿puede que yo?


Ya peino canas con apenas veinte años. Tres, o cuatro, en mi pelo negro oscuro profundo. Bautizaré a una de ellas con tu nombre. Encima queda poético. Alba de la Luna, ¿eh? Un pelo plateado que ilumina el cabello oscuro. Una luna que ilumina una oscura noche.

Como dije antes, ahora sólo el tiempo dirá. Yo no sé cuál será mi reacción si ahora volvieses. Lo que sí sé es que lo sabré en el momento en que me vuelvas, si es que lo haces.

Hasta entonces...

Que la vida fluya, que el resto son sólo impedimentos para el alma.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Ay, ¡mi alma!

Ahora sí que es un adiós. Espero no derrumbarme y empezar a llorar como un niño chico. He de ser fuerte, por mí mismo.

Dios sabe todo lo que di por ti, y todo lo que podría haber dado. Dios sabe bien hasta donde estaba dispuesto a llegar para que me amases, pero no pudo ser.

¿Podrá serlo alguna vez?

Ni en ti ni en mí está la respuesta, sino en el tiempo.

Me siento herido y decepcionado, y no quiero hablar contigo más.

Quizá algún día mi pensamiento cambia. Quizá...

Pero hasta aquí llegamos. Fue un camino corto, pero intenso. No creas que no lamento perderte, pero más lamento que me pierdas, por narcisista que pueda sonar.

No te di razones para desconfiar, y, aun así, lo hiciste. No te di razones para odiarme, y, aun así, lo intentaste. No te di razones para que me olvidases, y, aun así, querrás hacerlo, pero no podrás, porque, tarde o temprano, llegará el momento en que sepas que tenía razón.


Parece que me voy siendo arrogante y prepotente. No, me voy siendo realista y testigo de casos similares al nuestro.

Y, ahora, ¿qué será del romántico?

Hay varias mujeres rondándome, pero yo no quiero a ninguna. Necesito relax, tiempo para mí mismo, para dedicarme a cosas que me llenen, no a personas.

Lo siento por aquél que haya de aguantar el sufrimiento que han ocasionado en mí. Que no se preocupe, que mi alma sabrá curar, y, aun con cicatrices, se hará más fuerte.

Como una excepción viniste a mi vida, como algo común te fuiste de ella.

Mira atrás, y mira toda la arena que vas dejando tras de ti. Mira atrás, que, cuando te sientas cansada, los recuerdos serán los que alivien tu fatiga. Mira atrás, pues ya no hay un futuro. Mira atrás, que ya no estoy ni en el presente.


Adiós, mi alma.

Adiós...