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jueves, 21 de febrero de 2013

¿Por qué las mujeres mienten?

Llevo un tiempo queriendo escribir esta entrada. ¿Por qué las mujeres mienten?

A lo largo de mi vida me he ido encontrando a muchas mujeres en ella. De pequeño no tenía mucho éxito con ellas, que digamos, y no empecé a relacionarme con ese género tan temido por mí hasta los quince años. A partir de entonces, poco a poco, fui conociendo a mujeres de todo tipo, de todas etnias y culturas, de otros países, de otras comunidades autónomas, y por todo tipo de comunicación, ya fuera en persona de forma íntima, en un círculo de amigos, de fiesta, por internet, por páginas para ligar, por mensajes, por chat, por videojuegos, por donde fuera. Y he de confesar que soy un tío tímido, pero con el cual se pilla confianza rápidamente. Y también he de reconocer que soy un tío tía, es decir, tengo comportamientos muy similares a los de las mujeres, y mis sentimientos se asemejan mucho a los suyos, aunque adaptado dentro de mi propio género y condición sexual (hombre heterosexual, para las dudas). Por ello, no es de extrañar que siempre que me haya desahogado una mujer haya sido quien mejor me ha sabido escuchar y quien mejores consejos me ha dado, a excepción de un amigo mío el cual siempre me da tales consejos que los tomo como si fuera un sabio.

En estos cinco años que han transcurrido he tenido experiencias amorosas, aunque una novia realmente. Me he enamorado de lo imposible, me he obsesionado con un amor platónico, he sido correspondido pero mi inseguridad adolescente me consumió (aunque ahora la haya superado), me he enamorado a distancia, se han enamorado de mí, no he correspondido, no me han correspondido, he tenido un par de aventuras de una noche de las cuales me arrepiento parcialmente, y he tenido amores complicados.

Aparte de eso, también he mantenido buenas amistades. He tenido un par de mejores amigas en mi vida, con las cuales hablaba de todo, y les aconsejaba de todo, y por las cuales nunca sentí nada más que amistad. Ahora tengo también mejores amigas, con una de ellas mantuve un romance extraño a distancia, nos ilusionamos el uno por el otro, y todo acabó mal, pero retomamos la amistad, y ahora estamos súper bien, hablando alguna vez por Skype y contándonos nuestras inquietudes y chorradas.


Y, en este tiempo de experiencia, en estos años, todas... pero TODAS, resalto TODAS, buscaban un tipo de hombre en concreto. Un chico romántico, cariñoso, responsable, volcado, sincero, comprometido, que supiera sorprender, que estuviera siempre ahí, que se esforzase por ellas y su felicidad, que fuera culto, que las tratase con respeto, que se preocupase por ellas, y demás cualidades.

¡Pero al final acaban yéndose con su antítesis, con su opuesto, con lo contrario!

¿Por qué hacen eso? ¿Por qué hacéis eso?

Hay que saber discernir. Hay dos tipos de amores: el obsesivo, y el puro. El obsesivo es el que te hace sufrir. Los seres humanos nos volvemos adictos a los sentimientos a los que estamos acostumbrados, y el sufrimiento es uno de ellos. Una persona que te hace feliz temporalmente no te hace realmente feliz. Una persona por la que sufres no la amas, es que te hace sentir ese sentimiento al cual estás acostumbrado y que eres adicto de él y que deseas más y más y más. Dolor, dolor, y dolor.

El amor puro es el que te libera, el que te hace pensar en la otra persona sintiéndote liberado, aliviado, feliz, sin que se te revuelva las tripas y te pongas nervioso y se te estremezca el alma. El amor puro también hace eso, sí, pero son mariposas en la tripa, nervios por querer ver a esa persona, y un estremecimiento de amor, no de dolor o de agobio o de sufrimiento.

Y a las mujeres quien las hace sufrir, las conquista. Así de simple.

Yo me he mostrado numerosas veces como el tipo de hombre que soy, el tipo de hombre que describí antes. Vale, tengo mis errores, ¡sigo siendo un mortal! Y he ahí mi error. Me utilizan y me manipulan a su gusto, tengo que ser yo quien las conquiste y quien esté ahí. Esa táctica no funciona, y me jode, porque es mi personalidad, pero siempre que he utilizado mi cara más pícara, más chulesca, es cuando más he "triunfado".

Eso de estar siempre ahí para ellas no funciona en absoluto, aunque ellas digan que es lo que buscan. Quieren un hombre que las haga sufrir al principio, que peleen por él, y que, luego, las trate con cariño. Pero para empezar, siempre se fijan en eso.

Vale, transcurrido un tiempo acaban dejando a ese hombre y yéndose con otro que las trate mejor. Pero eso sucede cuando la "pasión" se va, cuando maduran más y se percatan del sufrimiento que les han causado ellos a ellas. Y entonces deciden poner fin. Pero al principio lo que las engancha es eso, es que las traten medianamente mal.

Y quizá algún día esto lo lea alguna mujer y diga que no es así. El 80% de las mujeres que he conocido han dicho lo mismo. Las palabras se las lleva el viento, lo que lo demuestran son los hechos. Y si no eres así, ¡bravo por ti! Sabes reconocer que el amor puro es el correspondido por corazón y mente sin que uno se vea influenciado por el otro. Y eso es la esencia del alma.

Pero si reconoces que tengo razón, ¿qué haces con esa persona? Está bien que te haga feliz momentáneamente, y está bien que tengas miedo a no encontrar al hombre ideal. Pero el problema es que el hombre ideal sí que existe, el príncipe azul sí que existe, el alma gemela, la media naranja, llámalo como quieras. Y si no lo encuentras, es que es mejor que estés sola que con cualquier despojo de la humanidad.

Ninguna pareja se complementa al 100%, pero hay que ver que la felicidad sobrepasa con creces al sufrimiento, porque si no, no merece la pena.

Y dejad de mentir, por el amor de Dios. No digáis que buscáis una cosa cuando estáis con otra completamente diferente.

Os gusta decir una cosa contraria a la que de verdad es. No pasa nada, me suele ocurrir lo mismo (por ejemplo, decir que estás bien cuando estás como el culo). Pero, ¡oye!, yo al menos sé qué es lo que quiero y lo que no quiero.

Y, a partir de hoy, cero tías. La próxima me tendrá que conquistar ella a mí, que yo ya estoy cansado de tanto esfuerzo mental, físico y espiritual.

Haré una investigación por Santander la próxima vez que salga de fiesta, para corroborar lo que digo. Será este finde o el siguiente, o el que viene. De aquí a un mes. O en dos, quién sabe, no tengo ganas de salir últimamente. Estoy huraño. ¡Un ser amargo y solitario!


Ñañañaña.

PD: Consejo para el que lo lea: no os enamoréis por Internet, todo es mejor hacerlo en persona. Creedme, por Internet cinco frases y hola y adiós, nada de cosas románticas o de contar vuestras vidas. Desplegad los encantos en persona, porque si lo hacéis por Internet, en persona os quedaréis sin repertorio. Es un buen consejo a tomar en cuenta.

Hasta pronto, si es que me lee alguien :P


PD2: Leyendo mi entrada se me ha venido a la mente otra cosa, y es que las mujeres se mienten también a sí mismas. Se convencen a sí mismas de algo a base de mentiras y de falsas ilusiones, y no escuchan cualquier consejo o ayuda que se les quiera ofrecer. ¡Dejad de mentiros a vosotras mismas, por el amor de Dios!
Y dejad de convenceros de que podéis ser felices con quien os hace sufrir. De esa forma, solamente vais a acabar mal, ilusionadas, y luego con las esperanzas rotas. Cuanto más alto subes en tus sueños, más dura es la caída. Recordad el cuento de la lechera, y aplicadlo al amor...

5 comentarios:

  1. tienes mucha razon en lo que dices!
    vemos a esa persona como si fuera nuestro mundo y nuestro todo y luego nos damos cuenta de que con el solo vamos a sufrir
    se necesita mucha fuerza de voluntad para dejar a alguien a quien amas
    pero el sufrimiento no compensa
    un saludo =D

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    1. ¡Gracias por tu comentario! =)
      Yo también solía caer en ese error, pero con el tiempo uno va aprendiendo.
      Un saludo para ti también, ¡y gracias por seguirme!, jaja

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  2. Hola! Soy el mismo del artículo de "El último de la fila PT.1"

    Yo comparto este pensamiento contigo, pero lo aplicaría a ambos sexos, tanto hombres como mujeres. También es cierto que las mujeres tienden más a ese tipo de pensamientos, pero creo que tanto hombres como mujeres nos vemos afectados.

    Dicho esto, añadir que el sentimiento de autodestrucción personal, el sufrimiento que tu dices, es algo inherente en muchos seres humanos. A mi me las han metido dobladas muchas veces por ser como soy, por tratar bien a la gente, por pensar en ella realmente... y claro, te encuentras con casos como los que comentas, pero eso no debe deprimirte, ni pensar que no hay mujeres de otro tipo. Tan solo es cuestión de buscar... de moverse y descubrir.

    Saludos!

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    1. Hey, hola, jaja

      Sí, se puede aplicar a todos los seres humanos. Esto lo escribí cuando me jodieron bastante hace un tiempo, así que estaba algo resentido... xD

      Pero cuanto más conoces a la gente, más te das cuenta de que la gran mayoría son unos interesados, por desgracia, mujeres y hombres sin distinción.

      Pero bueno, todo es cuestión de saber escoger las compañías :P

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  3. Lo mejor es que ellas te busquen y con el tiempo detectes si vale la pena, algunos les puede funcionar a otros no, buscar es otra opción pero hay que fallar mucho y también aprendes mucho a conocerlas.

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