¿Así es como acabó todo? ¿Entre insultos, amenazas, engaños, mentiras, y palabras de odio? ¿De verdad, después de lo que vivimos...?
¿Cómo hemos podido llegar hasta este punto?
Me duele en el alma que nos perdamos así. Me quema, y me consume. Nunca me había separado de una persona a la que amo de esta forma. Y, aparte, no sé, parece como si todo lo que hubiéramos vivido, o las ilusiones que nos hicimos, hayan sido para nada. Todo perdido. Todo es ceniza. Ceniza que se eleva en el mar. Ceniza que son recuerdos, recuerdos vanos y perdidos.
Lo siento si he dañado tus sentimientos, pero no sabes cuánto tú a mí los míos con las ilusiones que creaste en mí, y las mentiras que me hiciste creer. Pero, a pesar de ello, por mi parte, te perdono.
No quiero estar contigo como pareja, pero no por ello he dejado de amarte, o de rezar por ti. Quizá no te importen mis sentimientos, pero a mí los tuyos sí, y te deseo todo lo mejor del mundo de hoy en adelante. Sé feliz, o, al menos, intenta serlo. Y, aunque ahora me odies, recuérdame por todo lo que intenté enseñarte y lo que hice por ti, en vez de cuan malo hayas llegado a considerarme.
Vuela, pequeño pájaro. Vuela...
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