Menú

lunes, 17 de diciembre de 2012

Anoche te soñé

Hace unos días salí de noche, a estar con amigos, a dejarme poseer por los efectos del alcohol, a dejarme llevar por una música decadente que desmotiva más de lo que anima, y a conocer gente nueva. Y he de admitir que el principio de la noche no fue precisamente bueno. Antiguos recuerdos me asaltaron al ver a una persona lejana. Pero, entonces, la conocí a ella, una muchacha de mi edad que captó mi atención a primera vista y me embelesó conforme hablaba con ella.

¿Cómo describirla con palabras? Tan sólo bastó un segundo para que ya sintiese algo por ella, y tan sólo hicieron falta unas frases para percatarme de ello. Me dio su nombre y me lo grabé en la memoria, a pesar de que luego el alcohol nublase gran parte de mis recuerdos. ¿Y dónde se encuentra ahora? ¿A qué tengo que esperar para volver a verla? ¿Qué he de hacer para volver a deleitarme con su voz y con su excelsa presencia?

Después de que ella marchase surgieron otra vez esos recuerdos que marchitan mi corazón. Volví a sentirme solo, a pesar de estar acompañado. La oscuridad inundó mis lágrimas ausentes en mis ojos, presentes en mi alma. Y sentí frío, mucho frío.

Pero me quedaba el consuelo de haberla podido conocer, de grabárseme el recuerdo de su alma, de haberme vuelto a llenar de ilusiones y de esperanza. Y a eso es a lo que me aferré el resto de la noche. A eso es a lo que me aferro ahora, esperando volver a verla.

Anoche te soñé, bella ninfa. Hazme el favor de decirme que eras verdad, y no producto de mi imaginación...

No hay comentarios:

Publicar un comentario